23 de abril.
Escrito por Paco Vargas
Aticoizquierdaflamenco.blogspot.com
Cuando casi todos hablaban de los males sin cuento que acarrearía al flamenco un hervor en la olla de la libre creación, comenzó a salir, primero tímidamente y luego de manera desbordante, un florido pensil de jóvenes cantaores y cantaoras que ha logrado que el cante vuelva a sus inicios artísticos: cuando los artistas lo eran en función de su capacidad de sorprender y emocionar, pues al fin eso es el arte: riesgo y pasión.
A esta generación de novísimos pertenece
Francisco José Arcángel, distinto en la forma y distante en el fondo.
“No se parece a nadie”, me dijo
“El Ronco del Albayzín” la noche de un Miércoles Santo, en el Bar Las Provincias de Granada, delante de Eva La Yerbabuena -¡qué gran bailaora!- y de Paco Jarana, su marido y director musical.
Pasaron los días, con sus lunas flamencas, y llegó un viernes senalaíto. La Sala Marbella fue el escenario. Allí hablamos para EO, que lo sacó en portada. Y allí, ante un testigo mudo, que luego utilizó parte de la entrevista para presentarlo porque no lo conocía -¡y va de presentador oficial y entendido de flamenco por la vida!-, me dijo cosas muy interesantes, demostrando una madurez de viejo cantaor, pese a su juventud, que me dejaron muy gratamente sorprendido. Luego vendría un magnífico concierto de cante y guitarra con una obertura por tonás que dejó al respetable pegado a sus escaños, expectante y ansioso por escuchar lo que vendría después que fue mucho y bueno: un indescriptible goce para los sentidos.
Su concepto del cante viene de Don Antonio Chacón, del genial Tomás Pabón, del imprevisible Enrique Morente y de su desagradecida Huelva. Pero ya está en él. Y de su corazón y su cabeza -¡qué sabio era el viejo Matrona!- saldrán cantes como rosas: perfumados y bellos, pero también con espinas. Tiempo al tiempo.
Y hablando de flores, muchas son las que les echo a este singular artista, dirán ustedes, mis lectores preferidos. Pues sí, porque así lo admiro. Sin embargo, no todo es bueno. En su primera obra discográfica “RH +” ha dejado desorientados a propios y extraños, porque no encontramos en él lo que Arcángel es. Su cante, de una grandeza inusual en voz tan joven, sólo se puede intuir. Una pena. Culpa que no achaco a él, sino a las reglas espurias y mercantilistas de la multinacional discográfica con la que firmó y a la ambición equivocada de sus productores que han antepuesto sus intereses artísticos y económicos a los del artista, verdadero protagonista de la obra.
“Que nadie me dé consejos, que yo me equivoco solo” canta por bulerías en la obra citada. No los doy.
Pero sí digo que Arcángel es la voz perfecta, marisma y aire, Alosno y Huelva; que su voz serena lastima y duele; que es silencio y duende, que nos envuelve y que nos quiere; que en ella está Moguer, Valverde y Encinasola; que es una voz sola, como de espuma blanca, hecha de luna y caracolas. Si es Arcángel, un hombre canta.
"GENTE SIN ESCRÚPULOS". NOVELA
"A CONTRACORRIENTE. POESÍA VIVIDA"
Escrito por
Paco Vargas
Aticoizquierdaflamenco.blogspot.com Fuente: Revista Flamenca Fuente Vieja