Escrito por Enrique Montoya López, hijo del gran artista utrerano, nos llega, de la mano del director de la revista Fuente Vieja, Miguel Terrino Vargas, este libro-disco que nos parece una joya flamenca de las que cada vez hay menos y que los aficionados disfrutan. La tirada es de mil ejemplares y no está a la venta pues solo se puede adquirir a través del propio ayuntamiento.
El libro contiene una breve pero completa biografía artística, que es lo que verdaderamente debe interesar a los lectores, y dos CD, con veinte cortes cada uno, en los que podemos encontrar el cante flamenco más ortodoxo y temas con orquesta que Enrique hizo famosos a través de sus extensa discografía, como bien se puede comprobar al principio y al final del libro, y en la contraportada, donde aparecen las portadas de los discos, grabados entre los años 1958 y 1991, y los créditos de los mismos.
Enrique Montoya no fue nunca reconocido plenamente –de manera muy injusta- por los aficionados más ortodoxos como cantaor flamenco, pero sí es reconocido por todos como un artista que nunca tuvo inconveniente alguno en cantar con total libertad cantes y canciones, ya fueran acompañados por la guitarra sola de los mejores tocaores de entonces como Sabicas, Mario Escudero, Niño Ricardo, Manolo Sanlúcar o Paco de Lucía, o con el soporte orquestal de instrumentos que en aquellos tiempos no eran los habituales, pero que también utilizaron otros artistas.
Enrique Montoya había nacido en Utrera y llevaba el soniquete de la tierra en la sangre. Su relación con los gitanos fue siempre excelente y cantó junto a ellos cuando la ocasión lo requirió, ya fuera con Perrate o acompañando a la guitarra a Antonio Mairena, como atestigua una de las muchas fotografías que acompañan al texto.
Enrique Montoya fue un artista de fama dentro y fuera de España –La Habana, Nueva York, Argentina, etc. - actuando en teatros y salas fiestas cual fue el caso en España de El Guajiro de Sevilla, Villa Rosa de Madrid o el legendario Rey Chico de Granada.
Estuvo cantando toda su vida y triunfando allí donde iba. El último disco, junto a su familia, lo grabó en 1991. Y murió en Utrera en julio de 1993. Ahora se le recuerda y se le rinde justo homenaje con esta joya en forma de disco-libro que recomendamos
Un libro necesario Este libro es producto de la inquietud intelectual del autor, Álvaro de la Fuente Espejo, y su preocupación tenaz por la enseñanza del flamenco en la escuelaFosforito. Un genio de la Música/ Reseña Crítica