Alegro soleá y fantasía del cante jondo, la gran obra de música clásica flamenca de Enrique Morente
En Alegro Soleá la conjunción es perfecta y la música es la verdadera protagonista, hasta el punto que pareciera, en algunas fases de la pieza, que el cante de Morente subyace en al armonioso conjunto; aunque sólo es en apariencia, pues escuchado con atención lo encontramos presente y bien presente: es la razón de ser de toda la obra
Toíto es conforme y según
Tomo el título prestado del último verso -aflamencado- del poema "Yo, poeta decadente", de Manuel Machado, que sirve de soporte literario al Tercer Movimiento de la Fantasía de Cante Jondo de la obra en cuestión. Porque esa, creo, va a ser la filosofía de los análisis críticos, de las reacciones, de los posicionamientos y hasta de los sentimientos ante esta obra definitiva -hasta ahora- de música flamenca.
Con un tiempo total de 57' 52'',el CD nos ofrece dos partes bien diferenciadas (Alegro Soleá y Fantasía de Cante Jondo),más un Ensayo por soleá en dos tonos que redondea la obra, aunque todas ellas con un hilo conductor perfectamente claro que nos lleva por entre la magia cautivadora de la música flamenca y la sensible solemnidad de la música sinfónica. De igual a igual. De pianista clásico a cantaor flamenco. De músicos a músicos. De artistas a artistas.
Si el aroma de músicos como Falla o Albéniz perfuma toda la obra, es en Alegro Soleá donde se hace más patente la influencia de la música española de origen popular. (En este sentido, no parece casual la elección de una orquesta de cuerda). Y es aquí donde Morente nos descubre su enorme capacidad musical, integrado en la orquesta como un elemento más de ella. Su alegría y su compás, su grito de dolor, su ritmo y su fuerza los pone al servicio de una música preciosista, hecha de melaza y sangre, que nos embriaga y nos emociona en momentos de verdadera altura musical y flamenca: escuchemos, si no, "De bronce...", una soleá con salía de seguiriyas que paraliza el corazón.
En Alegro Soleá la conjunción es perfecta y la música es la verdadera protagonista, hasta el punto que pareciera, en algunas fases de la pieza, que el cante de Morente subyace en al armonioso conjunto; aunque sólo es en apariencia, pues escuchado con atención lo encontramos presente y bien presente: es la razón de ser de toda la obra.
No ocurre igual en Fantasía de Cante Jondo, compuesta en Cuatro Movimientos que dan cobijo a distintos estilos de cante. Aquí la música está hecha en función de las necesidades del cante y del cantaor, que se adapta a una instrumentación inusual en el Flamenco y que requiere, por tanto, un esfuerzo suplementario para cuadrar los cantes y colocar la voz en el momento preciso. Quizás, por eso, echemos en falta la acostumbrada fuerza de Morente en los fandangos del Segundo Movimiento -que no desmerecen, ojo- y nos sorprenda la velocidad inapropiada en los tangos (Cuarto Movimiento),en un alarde de técnica por parte del maestro del Albayzín, que vuelve a recobrar su "tempo" en el final por bulerías con las guitarras de Montoyita y El Bola y las palmas de Monti solas ante el cante.(Atención al solo que se marca El Negri, haciéndonos vibrar con una percusión de claras influencias afro-cubano-jazzísticas).
En las seguiriyas del Primer Movimiento la voz de Morente emerge bella y fuerte como una flor en primavera, con el casi único soporte del piano y la percusión que dan un juego excelente a las exigencias del maestro. En la zambra (Tercer Movimiento) nos retrotrae a los orígenes, a la raíz de una música árabe hecha para bailar, rematada con un tango del Monte, en un intento de unir dos culturas que, aunque separadas en el tiempo, siempre estuvieron juntas en el corazón.
Es la zambra una creación más de Morente que quedará para que otros la canten. Como cantarán y bailarán el resto de la obra otras y otros en tiempos no muy lejanos, pues toda ella está concebida desde un concepto universal del Arte Flamenco que trasciende el tiempo y el espacio en el que vio la luz.
No queremos pasar por alto la extraordinaria labor del alemán Antonio Robledo -su verdadero nombre es Armin Hassen- que aporta su genio musical en la estructuración de la obra, ni la justa y bella interpretación de la Orquesta Sinfónica de Europa bajo la dirección de André Presser, que han sabido captar el sentimiento y el auténtico valor de lo inexplicable del Cante Flamenco.
Felicitar, finalmente, a Morente por la escogida selección de poetas, tanto conocidos como anónimos, que dan soporte literario a esta gran obra flamenca que pasará a la Historia de la Música. Y si no, al tiempo.
Entre tanto, a ver quién se atreve a montar un gran ballet flamenco con la música y el cante de Alegro Soleá y Fantasía de Cante Jondo. El espectáculo sería grandioso. Ahí está el reto.
FICHA DEL DISCO Título: Alegro Soleá y Fantasía de Cante Jondo. Voz: Enrique Morente. Piano: Antonio Robledo. Orquesta Sinfónica de Europa bajo la dirección de André Presser. Guitarras: Montoyita y "El Bola". Percusión: "El Negri". Palmas: Monti. Poetas: Pedro Garfias, Anónimos, José Hierro, Manuel Machado, Luís Rius, José Bergamín y Manuel Muñoz. Grabado en París y Estudios Kirios para Discos Probeticos. Mezclas: Musigrama. Producción y coordinación: Enrique Morente, José M. Gamboa y Juan Verdú. Ilustraciones y fotografías: Luís Mayo, Pepe Lamarca y René Robert.
-Alegro soleá y fantasía de cante jondo 01.Introducción
02.Alegría
03.Soleá
04.Bulerías
-Fantasía de cante jondo para voz flamenca, piano y orquesta 05.Primer movimiento (Romance y siguiriya)
06.Segundo movimiento (Fandangos)
07.Tercer movimiento (Zambra)
08.Cuarto movimiento (Tangos y bulerías)
09. Ensayo
"GENTE SIN ESCRÚPULOS". NOVELA
"A CONTRACORRIENTE. POESÍA VIVIDA" Últimos libros de Paco Vargas
30/05/2023 
