08 de enero.
Francisco Hidalgo Gómez
Investigador y critico flamenco
Es un placer para los oídos y un auténtico regalo para el alma. Un derroche de saber, buen gusto y de sensibilidad. Una verdadera joya. Imprescindible.
De entrada comienzo aconsejándote que lo antes que te sea posible escuches atentamente el disco, una delicia de disco, un disco que es un verdadero derroche de creatividad, de música arrebatadora y embriagante, que se mece entre lo pasional y la exquisitez, rebosante de buen gusto y riqueza expresiva, de sonoridad y belleza. Yo, desde que lo recibí, lo escucho una y otra vez y no me caso de hacerlo y, da por seguro, que lo seguiré escuchando por ver si descubro un detalle, una sonoridad, un trémolo, que no hubiese sabido escuchar en las anteriores ocasiones
Juan Ramón Caro ha configurado una verdadera obra de arte para el disfrute de los amantes de la guitarra, de los flamencos y de la música en general, sean cuales sean sus niveles de conocimiento y de afición. La calidad de la obra es indiscutible. Su riqueza y variedad de contenido incontestable. Un derroche de saber, buen gusto y de sensibilidad. Una verdadera joya.
Pese a haberse hecho esperar, tal vez demasiado, finalmente ha sido un espléndido regalo. Que haya vuelto a grabar nuevamente ya es una gran noticia para el flamenco y para la música que te toca el corazón y en la que se pone y se entrega generosamente. La mejor grabación de flamenco, probablemente, del año que se nos
acabó, salvo que hubiere alguna que yo no haya escuchado. Un disco imprescindible. Un auténtico disfrute. No te lo pierdas.
Un disco, segundo como guitarrista de concierto de su carrera, en el que evidencia de manera meridianamente clara su destreza en solitario, rumbas, bulerías, 2, y sevillanas, o encontrándose con el cante de, ahí es nada, Miguel Poveda, compañeros-amigos desde aquel ya lejano, histórico, 1993, y aún mucho antes – no me cansaré de repetir y aconsejar prestarle una especial atención a la Minera que hacen, ella sola precisa de un artículo meditado, reflexionado y reposado-, o de la señorial Antonia Contreras, por Tientos, Bulería por soleá, Alegrías y Tangos, deambulando seguro por entre una rica variedad de sonoros matices, por una estética rebosante de buen gusto, entre lo elegante y lo exquisito.
Evidencia también su soltura cantaora, su pericia, cantando por alegrías y tonás, compartidas éstas con su padre, cantaor histórico en el flamenco de Cataluña, de sus peñas, círculos y sus diversos ámbitos, admirado, querido y respetado, muy destacadamente, por la afición flamenca catalana.
Este “Caríssimo”, título travieso, juego delicioso y de doble sentido, es una gran obra de quien es su creador y protagonista principalísimo,
Juan Ramón Caro, ante quien, metafóricamente, me quito el sombrero y a quien rindo pleitesía y mi más sonoro y entusiasmado aplauso. No se lo pierdan.
Créditos
El CD, que contiene diez temas, grabado,
mezclado y masterizado en
12 Pulsos Studios, cuenta con la colaboración especial del cante de
Miguel Poveda,
Antonia Contreras y
Juan Manuel Caro, además de que el propio guitarrista, demostrando que es un más que aceptable cantaor, canta en los cortes 8 (Alegrías) y 10 (Tonás) junto a su padre.
La percusión es de
David Galiano, las palmas de
José Antonio Rojas y
David Escalona.
El coro en “Corazón de Fragua” está formado por
Miguel “El Pibri”,
Benito Moreno,
Pilar Vergara,
Miguel “El Pío”,
Yoli Fernández “La Tinga”,
Joaquín de la Bodega y
Antonia Contreras.
Juan Ramón ha grabado con guitarras de
Jerónimo Pérez.
Y, por último, sépase que la obra de portada es del pintor perote
Juan José Postigo, del que
Alfredo Barrera Cuevas, autor del escrito de presentación del CD, ha escrito que
“ha sido realizada en técnica mixta; grafito, acuarela, acrílico, uniendo todo en una composición con la técnica del collage realizado por Juan José Postigo, trasmite la seriedad y la calma de un guitarrista en plena madurez artística, donde el paralelismo entre la guitarra y la dirección de su mirada parece simbolizar una búsqueda lejana, pero factible en el horizonte proyectivo donde han de encontrarse ambas líneas, entre la idea musical y el instrumento que ha de hacerla posible”.
Texto: Francisco Hidalgo Gómez
Investigador y critico flamenco