06/05/2022.
Revista Flamenca Fuente Vieja
Ha expuesto sus obras pictóricas en medio mundo podríamos destacar,
Nueva York, Beverly Hills, Francia, Ginebra, Copenhague, Madrid, Mallorca, Utrera, Zaragoza, Girona y Barcelona.... Desde sus inicios, en la Galería Dau al Set de Barcelona, con una pintura salvaje en los años 80, evoluciona hacia la abstracción lírica, el simbolismo, el retrato, el paisaje y las escenas, donde podríamos destacar su forma de buscar a la mujer como un punto y seguido de plasticidad.
Ha sorprendido su actitud innovadora, llena de fuerza. Sus pinturas nos atraen y nos embriaga con un lenguaje personal de gran intensidad. Siempre le ha caracterizado el dominio del color y del gesto pictórico la encontraremos siempre en algún escondrijo o rincón cerca de la belleza, de la naturaleza y del mar.
Rosa Agenjo, es una artista que logrado plasmar, en sus cuadros, un tributo de color al amor; ella imprime sobre el lienzo, con sus pinceles, unas composiciones singulares, realzadas por los contrastes cromáticos, por las tonalidades suaves, por las luces intensa y prismáticas. Sus figuras destilan, en su expresión,
la belleza de Rafael, y l
a energía de Tiziano. Añadiendo y sin olvidar a estos rasgos, la intimidad de su color y la naturalidad en las formas.
Rosa Agenjo, una mujer entregada al arte, también a la literatura, que se considera a sí misma tanto maestra como artista. Para ella,
“la enseñanza es una experiencia vital” –afirma expresiva y sonriente desde un sillón arrinconado
en su taller, ubicado en el barrio de L’Eixample–
“es una de las cosas que me llena de satisfacción y me permitirá tener una muerte dulce”.
Agenjo asevera:
“Una obra de arte se considera como tal en el futuro”, pasadas unas décadas, cuando expertos y especialistas la convierten en objeto de estudio.
“También puede ser arte lo que acaba de nacer”.
Rosa, ha sido y es influida por los grandes maestros de la pintura y toma su inspiración en temas como
la tradición popular catalana y la cultura flamenca, ella es una gran amante de estas dos culturas.
Podríamos destacar que en su apuesta por pintar mujeres flamencas tuvo mucho que ver Rafael Morales Montes, que ella conoció casualmente y quedó impregnada del amor que Rafael transmitía del flamenco, debemos decir que él era llamado “El niño Monte”, un gran cordobés admirado y querido por muchas personas y entre ellas se encuentra Rosa.
Todo ello, fruto de
“los descubrimientos que hace uno en la vida”.
Ésta es la que verdaderamente moldea la orientación creativa del artista– afirma Agenjo desde su estudio barcelonés, rodeada de cuadros y pinturas, maniquíes y vestidos, herramientas y lienzos todavía por estrenar. “Pero cada uno debe tener claros sus propios referentes”. Y para ello –añade
Agenjo–
“es imprescindible informarse y estudiar”.
Para acabar desde esta Revista quisiéramos poder rendir un tributo a
Rafael Morales Montes "El Niño Montes", en vivo y en directo. Gracias Rosa, Gracias Rafael.
Fuente: Revista Flamenca Fuente Vieja